¿Por qué los adolescentes suelen ser pioneros en una red social y cuando los adultos llegamos a ella, se van inmediatamente a otra? En lo digital también se dan la separación y necesidad de tener su propio espacio, compartido con sus pares, no con sus padres.
Pero nada de esto debe confundirnos y hacernos pensar que podemos dejarlos solos. El uso que hacen de los dispositivos y plataformas no significa que tengan conocimientos y habilidades sociales suficientes para poner en práctica desde lo digital. Como en otros ámbitos de su vida, es necesario que los adultos eduquemos, orientemos y acompañemos para que los adolescentes tomen decisiones que les permitan ir ganando autonomía y velar por su seguridad en línea.
-PREGUNTAS FRECUENTES
- 1. ¿Por qué pasan tanto tiempo con la tecnología?
No es posible entender a los adolescentes sin comprender su entorno e identidad digitales. El deseo de pertenecer, de contar con la aprobación y reconocimiento de pares (ya no de sus padres) es el mismo dentro y fuera de la red. Lo que cambia es la plataforma: hoy el reconocimiento se da en likes y las diversas formas de aprobación que reciben en las redes sociales. Esto explica por qué les cuesta tanto manejar sus tiempos de conexión y el miedo de estar perdiéndose “algo” si se desconectan. Por medio de lo que comentan, lo que eligen publicar y lo que no, podrán aprender a gestionar su autonomía, a manejar sus niveles de visibilidad, su popularidad y su ser social. Es importante acompañarlos en ese proceso y educarlos en cómo manejarse en la red, cómo formar su huella digital, y trasmitirles que cada elemento que publican o comentan irá formando su identidad digital.
- ¿Conviene que siga a mi hijo en una red social para interactuar también con él por esa vía?
Esta pregunta, repetida muchas veces por adultos que acompañamos a adolescentes, nos invita a reflexionar acerca del respeto a su privacidad e intimidad, y a confiar para que crezcan saludablemente. Si como adultos estamos muy encima de ellos, no les permitimos ensayar, equivocarse, crecer. Pero tampoco debemos dejarlos solos, al igual que cuando vamos con un niño a una plaza no lo dejamos solo en los juegos y nos vamos. La primera vez lo ayudamos a subir a un juego, luego vemos cómo se tira del tobogán y con el tiempo podemos darle espacio para jugar solo, observándolo desde cierta distancia. Lo mismo pasa con los adolescentes y su vida digital. Necesitan que estemos presentes, habilitemos que exploren, creen y se equivoquen. Esa será la mejor forma de que propiciar que acudan a nosotros cuando lo necesiten. Recordemos que seguimos siendo figuras claves para ellos, modelos y referentes, incluso en este tema.
- ¿Cuándo debemos preocuparnos?
Si observamos que el adolescente está viendo afectado su rendimiento escolar, está evitando la interacción con sus pares o dejando de hacer actividades que antes le gustaban, porque puede estar teniendo un comportamiento problemático en relación con la tecnología.