Hablar con otros y contribuir con otros
Hablar con otros, compartir, escuchar, observar, comunicarnos bien, empatizar. Solidaridad, apoyo mutuo, compañerismo, colaboración. En primer lugar porque hablar con otros nos ayuda a ordenar pensamientos. En segundo lugar porque al hablarnos podemos contribuir positivamente a las emociones de todos, podemos saludar, sonreir, mostrar cercanía o agradecer, o incluso podemos también propiciar momentos positivos de desconexión y de desahago. En tercer lugar porque cada persona que comparte una situación incierta con otros puede sentir ahora nuevas incertidumbres adicionales sobre las intenciones y posibles comportamientos de los demás, de manera que hablar y comunicarse normalmente reduce esas incertidumbres adicionales de unos sobre otros, también las de los demás hacia nosotros. Y finalmente, hablar con buen propósito nos potencia para la acción en colaboración.
Dibujar escenarios y planes de acción alternativos
Trabajar con escenarios nos ayuda a canalizar nuestra inteligencia y nuestra energía, nos permite poder dialogar con mucha más eficacia y proactividad con nosotros mismos o con otras personas para decidir y preparar diferentes planes de acción alternativos.
Cuidarse y cuidar a los demás
La fatiga nos destroza y nos aleja de nuestra mejor versión. Descansar, dormir, hidratarse, alimentarse de forma saludable, cuidar nuestro estado físico y nuestro estado mental. En situaciones de incertidumbre sube normalmente la ansiedad y a veces sube paradójicamente también la carga de tareas a hacer. Asegurémonos de que cuidamos nuestras rutinas de vida saludable. Asegurémonos también de que nos organizamos bien, de que el tiempo lo dedicamos en lo posible según lo planificamos, de que nos asignamos tiempo suficiente para las tareas prioritarias y de que encontramos formas de agilizar cómo resolvemos otras. Asegurémonos finalmente además de que tenemos y cuidamos nuestras ventanas de relax: ejercicio físico, una afición, formas de distraernos, una compañía con la que nos sentimos bien, un tiempo tranquilo antes de dormir. Y, del mismo modo, podemos cuidar a los demás. También los demás tienen su carga. Asegurémonos de que para los demás, especialmente en situaciones de incertidumbre, su relación con nosotros es una fuente segura de ánimo y confianza y no una fuente de desgaste y de tensión.